Siempre he pensado que todos nos vamos conectando para aportarnos. Y este caso no es la excepción.

Además de compartir ciertos gustos e intereses con Gaby, estoy segura que el Universo la puso en mi camino para interpretar lo que ni yo sabía como explicar en la imagen de este proyecto.

Ella con un poco de referencia y mínimos detalles logró plasmar lo que para mí era mi abuelo. Lo que más recuerdo de él son sus manos y sin decírselo las plasmó abrazando el corazón.

Mi abuelo Cirilo, un comerciante que veía el éxito en cada oportunidad que se le presentaba, a causa de glaucoma fue perdiendo la vista y de los últimos recuerdos que tengo de él es cuando llegaba a visitarlo, me acariciaba la cara. De ahí que sus manos no se me olvidan.

Casa Cirila es en donde explayo a la Cirila que llevo dentro 😉

 

Gracias Mahuahua por hacerlo posible